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Women who read are dangerous

An interrupted life: The diaries and letters from Westerbork -Etty Hillesum-

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Captured by: Mercedes Almajano/Written by: Lucía M. Alcalde/ Translated by: Nicole Bonilla

Etty Hillesum sent most of the letters she wrote during World War II from Westerbork, a concentration camp. She's the girl with barely thirty years that gazes into the lupins' crops. Is the girl that, without her knowing it, will become the marvelous poet that will write a humane's point of view story of the horror she lives through, but also of happiness, and hope. "An Interrupted Life" compiles the correspondence she kept with her friends. Through these honest letters, the reader gets to know stories of the Holocaust, a real inhuman madness, but he also has the chance of discovering a bright, positive, courageous, and strong personality. Etty is passionate about life and human beings. As all of the other prisoners, she suffers the punishments and humiliations, but is capable of separating hatred from the indignation she feels towards the injustice. She is sure that every small hate we add to this world will make it more inhospitable. Etty Hillesum's letters compose a mosaic of narrations of human cruelty and eternal hope in people's goodness, all of it intertwined through poetry and joie de vivre.

El corazón pensante de los barracones. Cartas -Etty Hillesum-

“Una noche estaba comiendo mi lombarda junto al campo amarillo de altramuces que se extendía entre nuestra cantina y la barraca de desinfección, y afirmaba en tono meditativo e inspirado: ‘Habría que escribir la crónica de Westerbork’. A mi izquierda un hombre mayor me atajó: ‘Sí, pero habría que ser un excelente poeta para ello’.”
Westerbork es el campo de concentración desde el cual Etty Hillesum envía la mayor parte de las cartas que escribe durante la II Guerra Mundial. Etty Hillesum es la muchacha de apenas treinta años que mira el campo de altramuces. Es la joven que, sin ella saberlo, se convertirá en la excelente poetisa que redactará una completa y humana visión de ese horror, pero también de la alegría, del ser humano y de la vida. “El corazón pensante de los barracones” recopila la correspondencia que mantuvo con sus amigos desde Ámsterdam y Westerbork. A través de estas cartas, abiertas y sinceras, el lector conoce historias de esa locura humana que fue el Holocausto, pero también tiene la oportunidad de descubrir una personalidad luminosa, optimista, luchadora y fuerte. Etty siente una gran pasión por la vida y los seres humanos. Ve y padece, como todos en el campo de concentración, los sufrimientos y vejaciones, pero separa el odio de la indignación que siente ante esas injusticias, consciente de que “cualquier partícula de odio que añadamos a este mundo lo hace aún más inhóspito de lo que ya es”. Las cartas de Etty Hillesum forman un mosaico donde se mezclan las narraciones de la crueldad humana (“No entiendo que las personas nos maltratemos unas a otras y que aún sobrevivamos para contarlo”) con la eterna esperanza en la bondad de las personas, todo ello entrelazado con poesía y mucha alegría de vivir que se expresa en esta línea de la última misiva que escribió, cuando se encontraba en el tren que la llevaría a Auschwitz, donde moriría tres meses después: “Hemos dejado el campamento cantando”.

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